La juventud enciende el fuego y lo prende con violencia y un desatado afán de destrucción. La desesperación coge velocidad y no parece que nada ni nadie la pueda detener...
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si acepta o continúa navegando, consideramos que acepta su uso.